Explicado de manera simplificada, el dinero fiat es el dinero tradicional, reconocido por un decreto del gobierno mediante regulación gubernamental. El dinero fiat cuenta en la actualidad tanto una versión física (en monedas y billetes) como digital, pudiendo realizar transacciones a través de la banca digital con dólares o euros que tienen su correspondiente valor en físico.
La gestión última de este dinero se realiza a través de los bancos centrales, que son una institución pública que gestiona la moneda de un país, o grupo de países, y controla la oferta monetaria, es decir, la cantidad de dinero que hay en circulación.
Hoy en el mundo existen más de 150 monedas fiat. Entre las más famosas podemos encontrar el dólar americano, el euro, el yen, la libra esterlina o el yuan chino.
Principales características
- El dinero fiat está gestionado por un Banco Central que lo emite. El banco central controla la estabilidad financiera supervisando a su vez a los bancos comerciales.
- No tiene un número fijo de unidades. Cada Banco Central decide la cantidad de moneda que hay en circulación.
- El Banco Central puede emitir más dinero cuando lo decida oportuno y por tanto hacer que haya más dinero en circulación. La emisión de más dinero implica que el dinero en circulación cada vez vale un poco menos.
- La moneda fiat no está respaldada por un producto físico (como el oro o la plata) y no tiene valor intrínseco. Lo que quiere decir que su valor depende de la relación entre oferta y demanda junto con la estabilidad del gobierno emisor.

Principales handicaps
El sistema financiero basado en la moneda fiat contiene una serie de limitaciones que lo hacen ineficiente para su uso sobretodo cuando el dinero fiat requiere la intervención de varios bancos y monedas distintas:
- Tiempo de transacción: El registro de los intercambios monetarios se realiza en los bancos, y son estos los que disponen de horarios de apertura y cierre y tienen que comprobar entre ellos que las fuentes son fiables.
Ejemplo: transferir Euros a Dólares, puede conllevar 4 o 5 días de transacciones hasta que el dinero llegue a su destino. - Costes de operativa: el dinero fiat está ligado a una estructura financiera con muchos intermediarios que, a parte de ralentizar el proceso, lo cargan de costes que debe soportar el ciudadano.
Ejemplo: transferir Euros a Dólares, puede tener unas comisiones de transferencia superiores a los 20 euros tranquilamente.
La clave: la confianza
El respaldo de una moneda fiat está en la economía del país que la emite. Un país rico y próspero con una economía saneada tendrá una moneda fuerte y que sea bien aceptada por el mercado y, en caso contrario, no. Una moneda fiat pierde notablemente su valor en caso de que el gobierno o el banco central emisor pierda la capacidad o se niegue a seguir garantizando su valor.
De todas las divisas que hay en circulación, menos de 20 son divisas plenamente convertibles. Esto significa que son aceptadas universalmente y cotizan en el mercado de divisas sin limitaciones gubernamentales para su compra-venta.
Del uso del dinero fiat a las criptomonedas

En ese punto es en el que nos encontramos actualmente, ya que nuestra economía se basa 100% en el manejo de dinero fiat. En la práctica, esto permite que bancos y gobiernos tengan un control total sobre el dinero, pudiendo imprimir más billetes según las necesidades de cada Estado.
Esto significa que el dinero fiat no tiene un número fijo de unidades, ni tampoco un patrón determinado de cuándo volverán a emitirse. En este aspecto, el dinero fiat es más imprevisible que las criptomonedas, cuya emisión se cumple con una periodicidad escrupulosa.
Un inversor que decide comprar Bitcoins pasa a ser titular y propietario de su propio dinero, al contrario que con el dinero fiat, cuyo garante del valor siempre será el Estado o Banco Central emisor. Solo el usuario puede decidir cómo, cuánto o dónde envía o recibe el dinero. Por otra parte, el valor de una criptomoneda lo deciden sus propios usuarios. Lo hacen basándose en la utilidad real y libre sobre la misma, utilidad que se estipula en relación con la necesidad que cubre y en qué medida logra hacerlo. Cuando más y mejor permita cubrir una necesidad de intercambio por un bien o servicio, más útil será y más alto será su valor.